Tópicos y Fases de la ruptura
Y Dios dijo: “Háganse los tópicos”. Está claro que si Dios hubiese tenido que elegir un momento para crear los tópicos, lo hubiera hecho en el instante exacto en el que alguien rompió con su pareja. Pero, ¿Por qué se usan los tópicos?, ¿en realidad, sirven de algo?
Estoy seguro de que todos y todas los que estáis leyendo esto, en algún momento de vuestra vida, habéis pasado por una ruptura. Y es en ese momento concreto, cuando parece que todo el mundo parece licenciarse en «Psicología Aplicada». Amigos, hermanos, primos, padres, abuelos, etc. Todos, absolutamente todos, parecen saber lo que es mejor para ti. Todos tienen ese “buen consejo” que por arte de magia te hará salir de tu estado de tristeza y dolor. Pues para nada.
Los tópicos son la forma más fácil y clara de demostrarle a alguien que no tenemos ni idea de como se siente. Imaginar a esa persona que acaba de romper, con la que él creía que era la “mujer de su vida”. Está triste, sufre, siente impotencia, está dolido, porque para él, esa era la única mujer. Y de repente, se le acerca alguien y le dice: “da igual, no te preocupes, no era para ti” o aun peor: “olvídala, era una zor–, (o un cabr–)”. En ese mismo instante, se produce un claro ejemplo de empatía cero, porque no le preocupa como se siente o lo que piensa, sino que se preocupa de solucionar algo que en esa fase de la ruptura aún no tiene solución. Tenemos que entender que como en toda pérdida, hay que sufrir. Es lo más humano que existe. Y si queremos ayudar a alguien en este momento, lo mejor es acercarse a esa persona, darle un abrazo, escucharla y compartir su dolor. Sin más. Todo lo que digamos a mayores sólo reforzará en esa persona sus sentimientos de tristeza, dolor, impotencia, incomprensión, etc.
Entonces, ¿Cuándo es el momento adecuado para empezar a dar “consejos”? Como toda pérdida, la ruptura tiene una serie de fases siempre que tengamos en cuenta, por supuesto, que es a nosotros a quien dejan:
FASES DE LA RUPTURA CON TU PAREJA
1.- Negación:
Es el primer paso. Tras el shock emocional de la noticia vienen a nuestra mente pensamientos que tratan de amortiguar el golpe. Negamos la obviedad, evitamos asimilarlo. Todo un mecanismo de defensa para proteger nuestra integridad personal.
2.- Culpabilidad:
Empezamos a pensar en que podríamos haber hecho algo más para que eso no sucediera, una mirada al pasado en la que hacemos las cosas de diferente manera.
3.- Resignación:
Se consolida la realidad en nuestra mente y sufrimos las consecuencias de lo sucedido. Tristeza, falta de energía, insomnio, etc.
4.- Y por fin, la Recuperación:
Asimilamos la realidad y la aceptamos, aprendemos a vivir con ello y empezamos a mirar hacia adelante, asumiendo las consecuencias de la nueva situación. Y es aquí donde los tópicos hacen su función. Es aquí donde la persona está preparada para pensar “que le den”, “voy a encontrar a alguien mejor”, “me voy a comer el mundo”.
Pero todo esto es muy bonito escrito en “un papel”. ¿Y que hay de la realidad?, es decir, ¿cómo llegamos de una forma satisfactoria a la fase de recuperación?
Negación y Culpabilidad
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que no todos los que estáis leyendo esto os encontráis en el mismo punto de la ruptura, o eso espero, porque sino el tema de este artículo sería el porque os dejaron a todos a la vez. ¡Vamos al lío!
NEGACIÓN: Primera fase de la ruptura
Puede que muchos de vosotros estéis sufriendo en estos momentos el shock de la ruptura. Desde aquí os mando un abrazo. Y es que poco más se puede hacer. Suena duro, y quizás os sintáis decepcionados, pero ¿cómo se puede ayudar a alguien que niega los hechos? Os lo dije en el primer artículo y os lo digo ahora. Para todos los que conocéis a alguien que acaba de romper con su pareja, tres cosas: Escuchar, Abrazar y Compartir. Por otro lado, si eres tu quien está sufriendo las consecuencias de la ruptura, te recomiendo una cosa: borra su número de tus contactos, porque en el instante mismo en el que tomes tu primera copa el día de “salir para olvidar”, tus dedos se irán tan directos al número de tu ex-novio o ex-novia, como un día de resaca nos vamos a por el agua de la nevera. Además, sabemos que cuando uno está borracho, no está en las mejores condiciones para llorar por teléfono y suplicar otra oportunidad. Así que lo dicho, borrad su número. En serio, borradlo.
Como única recomendación para esta primera fase postpareja. ¡Tiempo! Con esto me refiero a que al igual que todos los seres humanos, tenemos que sufrir por la pérdida de un ser querido. Se trata de una “muerte” metafórica, dado que la persona a la que hacemos duelo, en principio no volverá a compartir la vida con nosotros. Por tanto, y como si de un funeral se tratase, llorad, entristeceos, expulsar toda esa rabia, buscar a alguien que os escuche y sobre todo. ¡Tiempo!
Ejercicio para la primera fase de ruptura: LA NEGACIÓN
Si crees que en esta primera fase tus sentimientos son demasiado fuertes, puedes probar a canalizarlos por medio de la escritura. Coge un papel, un boli y escribe una carta de despedida a esa persona con la que rompiste explicándole como te sientes.
Culpabilidad: Segunda fase de la ruptura
No obstante, muchos otros y otras, os encontraréis en otra fase más avanzada. Quizás en la fase de culpabilidad. Aquella en la que nos empezamos a reprochar a nosotros mismos todo lo que hicimos mal y como dice el refrán, a buenas horas mangas verdes, pensamos en todo lo que pudimos haber hecho mejor. Y aquí es donde empieza la “intervención”.
Este es el momento del cambio, el momento idóneo para empezar a soltar lastre en ese globo aerostático que es nuestra vida. Estáis en un momento en el que todo el dolor es atribuido a vosotros mismos. Donde el pensamiento repetitivo y “cabrón” está ahí para haceros sentir que no valéis para nada. Y aquí es donde tenemos que empezar a aplicar la lógica. Si la siguiente fase consiste en asimilar y aceptar lo sucedido, ¿No sería lógico empezar a asimilarlo? Todo lo que os quejéis, todo lo que penséis que podría haber sido no vale para nada más que para compadeceros de vosotros mismos. Entonces, ¿Cómo lo asimilamos? Con un proceso largo y dificultoso en el que la mejor medicina es ser positivos y cambiar nuestros pensamientos negativos por otros mejores.
Os planteo unos ejercicios:
EJERCICIOS PARA SUPERAR LA CULPABILIDAD
Ejercicio 1: Imagínate a ti mismo/a en casa llorando y a tu ex-novio/a por ahí pasándoselo bien. Visualiza la escena y fijate en lo que te compadecías de ti mismo. Él o ella por ahí pasándolo bien y tu llorando. ¿No crees que es hora de espabilar?
Ejercicio 2: Coge un papel y un bolígrafo, escribe en él un mensaje de autoayuda y cuélgalo en tu habitación. Por ejemplo: “Levántate. Ya está bien de llorar. Voy a empezar de nuevo”. El poder de la autoinstrucción poco a poco te irá motivando.
Ejercicio 3: Claro que lo podrías haber hecho mejor en tu relación, pero no lo hiciste. Coge todos esos errores que crees que cometiste y todas esas cosas que hubieras hecho y tómalas como un aprendizaje para futuras relaciones. Aprende de tus errores.
Estas son las dos fases más “difíciles” de la ruptura, porque en ambas hay un elemento común: no queremos ver lo que está sucediendo, o mejor dicho, no queremos asimilarlo. Todo lo que pongáis de vuestra parte para empezar a asumir los hechos, será para vosotros un éxito y un gran paso para alcanzar la meta deseada: la recuperación.
Por último, y para todos aquellos y aquellas que os encontréis un paso por delante en la recuperación, siento deciros que os voy a hacer esperar unos días. Podéis tomarlo como un tiempo de reflexión o aprovechar para realizar los ejercicios que aquí os propongo. Sea como sea, os propongo un trato. Vosotros empezáis a pensar en qué es lo que hace falta para dar ese último paso hacia la recuperación y yo me dedicaré a pensar en como “engañaros” para que me hagáis caso y deis ese último paso.
Aquí os dejo una reflexión: ¿Es la resignación es camino hacia la recuperación?
Resignación
Esta parte va principalmente dedicada a todos los ex-novios y ex-novias de este mundo. Ahora tenemos una nueva forma de mandaros a tomar por c-. Obviamente, también va dedicado a todos aquellos y aquellas que estáis a punto de abrir la puerta de una nueva vida y ver lo que hay tras ella. Pero como en todo deporte de riesgo, siempre hay que dar un último impulso. Y ese impulso es empezar a creer en nosotros mismos. Ganar confianza, sentir que valemos, sentirnos como Superman cuando derrotaba a Lex Lutor, en fin, sentirnos increíbles. ¿Y por qué buscar sentirse así? Porque la última fase del cambio pasa por reforzar nuestra autoestima. Y si bien perdimos a alguien que era importante para nosotros y ocupaba un trozo de nuestro corazón, ahora tenemos que reemplazarlo por otro nuevo miembro biónico que nos sirva para sustituirlo.
Al igual que si tenemos una mesa y una de sus patas se rompe habrá que sustituirla por otra o dejarla a tres patas, nosotros tenemos que buscar sustituir a alguien que se fue o sufrir por ello. Obviamente, sustituir a alguien es difícil, porque nunca será lo mismo. Y es precisamente por eso, porque nunca será lo mismo, la razón por la que tenemos que seguir adelante. Un nuevo abanico de posibilidades se abre. Un montón de gente nueva a la que conocer. Y eso está bien. Pero hay un cabr– llamado miedo al que a veces le gusta ponernos la zancadilla. Ese miedo a “qué pasará ahora”, ese miedo a “cómo empiezo de nuevo” o ese miedo a “quién me va a querer”. Pero no os preocupéis. Sólo necesitamos de nuestra autoestima y de un poco de motivación y de esta última me encargo yo.
En cuanto a la resignación, la fase previa a la recuperación, deciros que es un arma de doble filo. Y es que en ella se producirá un efecto curioso, una mezcla de sentimientos positivos y negativos. Negativos porque asimilar es duro, porque asimilar es darse cuenta de la realidad, porque asimilar es darse de cara con la idea más cruel de todas: “ya no me quiere”. Y sentimientos positivos, porque a pesar de asimilar la realidad, también empezamos a ver que existen nuevas posibilidades. Y si bien es cierto, suelen predominar más los negativos. ¡No pasa nada!. Una de las cosas que mejores resultados nos puede dar es desmitificar. ¿Y qué es desmitificar? Empezar a buscar las pegas a todo aquello que pensábamos que era increíble y que obviamente, no lo era. ¿Y por qué desmitificar? Porque en este momento aún seguimos creyendo que la persona con la que vivíamos en “la isla” era única e irremplazable. Por cierto, si estás leyendo esto y crees que él o ella es irremplazable ¡te pillé!, porque eso significa que aún no borraste su número de tus contactos del móvil. No, en serio. Si crees eso, que es lo más probable, olvídalo. ¿Y cómo? Te preguntarás. Te planteo varios ejercicios exclusivos para esta fase de la ruptura:
EJERCICIOS PARA LA ESTA FASE DE LA RUPTURA
Ejercicio 1: Empieza a pensar en todas las cosas malas que tenía. Porque hasta hoy no creo que conozcas a nadie perfecto.
Ejercicio 2: Piensa en todas esas cosas que te hubiera gustado cambiar de él o de ella. Porque estoy seguro de que las había. Piensa en todas esas cosas que no pudiste compartir y que ahora, por tus circunstancias, puedes buscar en otra persona.
Ejercicio 3: Léete el libro de Egoh “Seductor”. Es una buena forma de ver que existen muchas mujeres y hombres increíbles por el mundo con muchas cosas nuevas que ofrecer.
Esta fase es crucial, es la más importante, porque lo que saquemos en limpio de ella marcará nuestro futuro más próximo. Si nos centramos en reforzar nuestra autoestima, en aprender de los errores o en creer que valemos por nosotros mismos, llevaremos con nosotros un arma muy poderosa: la capacidad de querer de nuevo a alguien y la capacidad de olvidar a la persona a la que antes queríamos y sobre todo, la capacidad de eliminar el rencor.
En resumen, os puedo decir por experiencia propia que no existe una fórmula secreta ni un remedio milagroso que nos ayude a sentirnos mejor. Pero sí que existe una actitud. Existe una actitud de felicidad con la que se viaja por la vida. Existe una actitud de caerse y volverse a levantar. Obviamente, y como ya os dije: hay que sufrir. Pero hay que hacerlo en la cantidad justa. Y tiene que llegar un momento en el que volvamos a levantar cabeza. Pero, y si levantamos cabeza, ¿qué es lo que veremos tras la ruptura?, ¿cómo volvemos a empezar una vez recuperados?
Recuperación
Me gustaría hacer un resumen de las fases de la ruptura para poneros en situación y que entendáis lo que os voy a explicar a continuación.
Resumen de fases de la ruptura
Todas las fases previas a la recuperación tiene una característica común: se refieren a momentos de dolor, momentos de duelo, momentos de sufrimiento. Es decir, que hasta ahora os hablé de todo el aspecto “matador” de una ruptura. En la negación evitamos la realidad, en la culpabilidad nos sentimos destrozamos psicológicamente y en la resignación aceptamos la realidad pero el negativismo aún nos puede.
FASE DE RECUPERACIÓN
Bien, pues para explicaros la recuperación usaré una metáfora que para la ocasión creo que resultará muy adecuada:
Supongamos que en lugar de una ruptura, habláramos de caer dentro de un pozo. Íbamos paseando tan tranquilos por un parque y cuando menos lo esperábamos caímos a un pozo.
En ese momento, al vernos dentro tirados en el suelo pensaríamos que eso no puede ser cierto. Es un shock. A continuación, pensaríamos en todo lo que podríamos haber hecho para no caer ahí y en todo lo que nos llevó a caer. No obstante, llegará un punto en el que aceptemos la realidad y nos demos cuenta de que estamos allí y que nada de lo que hayamos hecho antes puede cambiarlo. Sin embargo, y como si esto fuese una película de MacGuyver, siempre hay una escapatoria con la que no contábamos. Una cuerda colgando desde la parte de arriba del pozo. Una cuerda que hasta ahora habíamos obviado y que de repente parece ser nuestra escapatoria. Podemos seguir sentados para siempre en el pozo o podemos agarrar la cuerda y empezar a escalar un poco cada día. Y esto es precisamente la recuperación. Agarrar esa cuerda y empezar a escalar. Bien es cierto que con ayuda de nuestros amigos, familiares, etc. la escalada por esa cuerda será más fácil, ya que ayudan a tirar de la cuerda hacia arriba. El problema es que ellos no pueden estar continuamente ayudándonos, y por tanto debemos ser nosotros mismos los que nos esforcemos para escalar.
Como en todo avance, o como en todo momento difícil en la vida, siempre existen obstáculos y dificultades que nos harán más difícil el camino. No obstante, la creencia de que la vida son dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás nos puede ayudar a gestionar la caída. Siempre que tengamos claro que 2-1 es 1, podremos seguir adelante. Cada día son dos pasos adelante y uno hacia atrás, pero en global eso es un paso hacia adelante. Así se gestiona la recuperación. Los pensamientos sobre una vida mejor o los pensamientos sobre un nuevo futuro, nos motivan a levantarnos y a estar un poco mejor cada día.
Con esto quiero decir que la recuperación es la fase más larga de todo el proceso de ruptura. Principalmente, porque no se puede rehacer la vida en una semana, ni en un mes, y no se puede sustituir a alguien en dos minutos. Sin embargo, desde el momento en que entendemos que ese día llegará, cogemos la cuerda y empezamos a escalar.
De todas maneras, esto no significa que nos hayamos olvidado de la persona que motivó nuestro dolor, sino que cada día le vamos dedicando un hueco más pequeño en nuestra cabeza. A medida que escalamos por la cuerda, la visión del lugar en el que caímos se ve cada vez más pequeño y la luz que nos guía a empezar nuestra nueva vida se ve con un poco más de claridad.
Muy bien. Pues llegado este punto, estoy seguro de que te estarás preguntando: ¿cómo hago para ser positivo y escalar por esa cuerda?
Te planteo una serie de ejercicios para avanzar un poco más cada día:
Ejercicio 1
Al igual que te dije en el artículo anterior, piensa en todas esas cosas que te hubiera gustado cambiar de él o de ella. Al mismo tiempo, piensa en todas las cosas que si que te gustaban. Ahora úsalas para que guíen tu nueva búsqueda. Úsalas como el primer objetivo de tu nueva vida. Es sencillo, se trata de volverse más exigente y darse cuenta de que por mucho que tardemos, si tenemos claro lo que queremos, lo conseguiremos. Es decir, define tu persona ideal y ponte manos a la obra.
Ejercicio 2
Establece una serie de objetivos vitales. Puedes hacerte las siguientes preguntas: ¿dónde quiero vivir?, ¿con quién quiero vivir?, ¿en qué quiero trabajar?, ¿qué le falta a mi vida?, etc. Se trata de que definas con claridad cada uno de los objetivos que te interesen y que ellos sean las razones que te levanten cada día de la cama.
Ejercicio 3
Disfruta, disfruta, disfruta!!!! Diviértete con todo lo que hagas a partir de este momento. Parece mentira, pero el dolor nos regala una sensación de vida que es inigualable. Que no se diga en el futuro que te quedo algo por hacer. Como dice Egoland, “la diversión es el elemento vivificador, el fluido que lubrica la vida…..y el sexo”.
Si hacemos esto, estoy seguro de que la escalada por la cuerda será cada día un poco más sencilla. Y cuando miréis atrás que sea para ver todo el camino que lleváis recorrido y no para pensar en que es mejor dejarse caer.
Sin más, os dejo con una frase que resume a la perfección todas las partes de este artículo:
“LA VALENTÍA MÁS GRANDE DEL SER HUMANO ES MANTENERSE EN PIE AÚN CUANDO SE ESTÉ CAYENDO POR DENTRO”
3 consejos para olvidar a tu pareja definitivamente
Hace tiempo que te han dejado (o que tu has dejado a tu pareja), te encuentras mucho mejor, parece que tu ex ya no está todo el tiempo en tus pensamientos, incluso parece que aquello pasó hace cientos de años, cuando de repente ves una foto de Facebook en la que aparece con otra persona o te enteras de que está con otro/a por medio de un amigo común o simplemente encuentras a tu ex paseando por la calle con el/la que parece ser su nueva pareja, volviendo a ti todos esos pensamientos y recuerdos bonitos de lo que fue vuestra relación, y planteándote de un modo u otro si la decisión de romper fue la correcta. Pues para ti, que estás sufriendo por este motivo, va dedicado este artículo, en el que descubrirás 3 claves para pasar página definitivamente.
RECUERDA POR QUÉ ROMPÍSTEIS
El primer paso para pasar página definitivamente se trata principalmente de recordar los motivos que os llevaron a ti y a tu ex pareja a romper. Todo eso que pareces haber olvidado ha aflorado de nuevo en forma de malestar y dudas por no saber si tu decisión fue la correcta. Pero al igual que han aflorado los recuerdos positivos, también pueden hacer un esfuerzo por recordar todas las razones que os llevaron a la ruptura. Y no se trata de que crucifiques a tu ex o que de te convenzas de que era una persona malvada, sino de que racionalices las razones reales que os llevaron a romper.
Para conseguir este primer objetivo puedes pensar (o si lo prefieres, hacer una lista) en todas aquellas cosas que ocurrieron justo antes de romper y como te sentías en aquel momento. Si lo que ha pasado es que te han dejado, estoy seguro de que también existen razones de peso para pensar porque acabasteis rompiendo. Sea como sea, evocando ese recuerdo, evocaremos las emociones y los sentimientos que tuvimos en aquel mismo instante y de esta forma tendremos un punto de vista más objetivo.
LAS CONSECUENCIAS DE VOLVER CON TU EX
Una vez que has sido capaz de evocar todos esos recuerdos de la ruptura, el siguiente paso a dar será valorar la posibilidad de volver con él o ella. Puedes hacerte estas preguntas: ¿qué pasaría si volviese con mi ex?, ¿volvería a ser como al principio o por el contrario acabaríamos rompiendo de nuevo?, etc. Con estas preguntas lograrás una visión más objetiva de las consecuencias que para ti tendría volver con tu ex y de este modo, darte cuenta de nuevo de porque rompisteis.
Lo más lógico en este caso, y dado que lo que buscar es pasar página, será darse cuenta de que cuando una relación falla por una razón, vuelve a fallar siempre por esa misma razón. Es decir, plantearte volver con tu ex, es una de las formas de entender porque no volver con él/ella, ya que imaginando como sería volver a empezar, acabarás por darte cuenta de que tarde o temprano acabaríais rompiendo por la misma razón por la que rompisteis la primera vez.
QUÉ ES LO QUE QUIERO PARA MI
En este caso, y dado que ya has recordado por qué rompisteis y las consecuencias que tendría volver con tu ex, el siguiente paso será plantearte que quieres en tu vida. Al igual que has escogido estudiar una carrera determinada, o trabajar en una profesión concreta, también puedes escoger como te gustaría que fuese tu pareja o más bien, que es lo que más valoras en una pareja.
Para lograr este objetivo, establecer prioridades será fundamental. Que cosas estás dispuesto/a a aceptar y cuales no, que cosas valoras más y cuales menos, etc. Todo aquello que no te gustaba de tu ex puede ser el motor de tu nueva búsqueda, además de todas las cosas que si que te gustaban de él/ella. Es decir, busca lo que realmente te gustaría encontrar en una nueva pareja.
CONCLUSIÓN: PUEDES OLVIDAR A TU PAREJA
Como conclusión y a modo de objetivo final, te invito a que salgas a la calle, que hagas cosas nuevas, que visites lugares nuevos… y en definitiva, que conozcas gente nueva y quien sabe, a lo mejor, que encuentres a tu futuro/a compañero/a de viaje.